Diez artistas performers latinoamericanos

Escrito por Lautaro Berasategui ; última actualización: February 01, 2018

Overview

La performance es un tipo de actividad artística cercana al teatro y a la danza donde la palabra y el movimiento corporal son fundamentales. En esta disciplina son tan importantes las emociones que se provocan en los espectadores, como los efectos que produce la obra en el cuerpo y en los sentimientos del artista que la representa. La comunicación y retroalimentación entre el público y el artista hace crecer los significados de la obra. En esta galería te mostramos algunos de los exponentes latinoamericanos más importantes en este “nuevo arte” de la comunicación.

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Raúl Zurita

Este poeta chileno incorporó a la disciplina una serie de textos de hondo sentido religioso, que tenían como inspiración nada menos que a la “Divina Comedia”. Utilizando su cuerpo como obra de arte, no solo realizó sorprendentes performances de contenido sexual sino que llegó a auto-infligirse quemaduras en el rostro. Con su poema “La vida nueva” (otra vez inspirado en Dante) su obra se hizo mundialmente famosa debido a lo original de su presentación: cinco aviones dibujaron con humo blanco las letras de su texto utilizando como “papel” el cielo azul de Nueva York.

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Marta Minujín

La larga trayectoria artística de Marta Minujín está colmada de premios y genera diversas inquietudes. Nacida en Buenos Aires en 1943, Minujín realiza happenings y performances desde los años sesenta. Una de sus primeras obras tuvo lugar en París, donde la artista se había radicado luego de ganar una beca artística; el 6 de junio de 1963, Minujín reunió su producción de los últimos tres años con obras de otros artistas en un terreno baldío del Impasse Roussin y los invitó a prenderlos fuego. Esta acción se considera uno de los primeros happenings de la historia y se llamó “La destrucción”. Otra de sus obras más recientes que tuvo gran repercusión es la "Torre de Babel de Libros", una espiral literaria que se elevaba hasta el cielo en la ciudad de Buenos Aires.

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Pedro Lemebel

El artista y escritor chileno Pedro Mardones Lemebel es uno de los principales exponentes de la performance latinoamericana. Sus obras, tanto literarias como performativas, funcionan como referencias autobiográficas y una lúcida mirada crítica sobre la situación marginal de los colectivos homosexuales. Junto a Francisco Casas desarrolló la performance “Las yeguas del apocalipsis”, que fusionaba la fotografía, el travestismo y las instalaciones en un espectáculo que devolvía un sentido festivo a la corporalidad, luego de las restricciones morales impuestas por la dictadura de Augusto Pinochet.

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Alejandro Jodowrosky

La lista de actividades que abarca este artista chileno lo convierten en una especie de “hombre del renacimiento”, capaz de desempeñarse en áreas tan disimiles como el cómic, el teatro o la fotografía. Como última demostración de la totalizadora fusión de las artes que realiza Jodorowsky –en tanto disciplinas tendientes a alimentar el espíritu- se encuentra lo que él denomina como “psicomagia”: una técnica de performance que conjuga el psicoanálisis y la literatura, los ritos chamánicos y el teatro. El sentido no es otro que el de alcanzar la catarsis, sanación espiritual a través de la práctica artística como disciplina terapéutica.

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Salvador "Batato" Barea

Como una especie de hada madrina del undergound argentino de la década de los 80, Salvador Walter Barea (1961-1991) fue un polifacético performer que tuvo como principal base de operaciones el mítico centro cultural de Buenos Aires el “Parakultural”. Formó parte de colectivos artísticos como Peinados Yoly y el Clú del Claún, además de sus atrevidos unipersonales que fusionaban travestismo, la estética clown y múltiples referencias literarias. Sus obras constituyeron un auténtico vendaval de renovación y libertad para la sociedad argentina que salía de la dictadura militar.

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Guillermo Gómez Peña

Este performer mexicano ha logrado combinar soportes tecnológicos como la internet y la cibernética junto con el teatro y la literatura; así también incluyó artes tan disímiles como el cómic y los antiguos códices mexicanos. En sus obras se pueden responder cuestionarios sobre las posibilidades de confundir a “un chicano con un iraní” o jugar un videojuego donde hay que hacer blanco en un “pollero”. Tanto en éstas como en otras propuestas, la idea de Gómez Peña es extrañar al espectador en torno a sus propios prejuicios y lograr que se asuman las diferencias desde una mirada más tolerante.

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María Teresa Hincapié

Esta performer colombiana (1954-2008) obtuvo una enorme variedad de premios dentro y fuera de su país por su serie de obras de carácter intimista, que construían una auténtica mitología personal. Por ejemplo, la fascinante “Una cosa es una cosa”, una performance en la cual la artista disponía sus pertenecías personales en una espiral que era reorganizada de forma aleatoria. Al fallecer, sus allegados cumplieron con su voluntad: esparcir sus cenizas en una reserva natural, para mantener la armonía entre el ser y el ecosistema.

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Dani Umpi

El polémico artista Dani Umpi logró agitar el perezoso ambiente cultural uruguayo de los últimos años. Nacido en Tacuarembó en 1974, Umpi es un artista integral que se desempeña como cantante con tres discos editados y una comedia musical, además de una ópera-performance. Es artista visual, poeta y novelista lleva varios libros publicados, entre los que se destaca Miss Tacuarembó (2004), protagonizada en cine por la actriz Natalia Oreiro. La extravagancia de sus vestuarios ha llamado la atención sobre esta figura, atravesada por la cultura pop y la posmodernidad más ecléctica. La insolencia constructiva de sus performances lo ubican en el mapa de los artistas relevantes del panorama latinoamericano actual.

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Néstor Perlongher

Sociólogo de profesión, este intelectual argentino dio lugar a todo un movimiento artístico-literario: el “neo-barroso”, una especie de estética barroca ensuciada por las simbólicas aguas marrones del Río de la Plata. Convirtió a la literatura en una performance desde el momento en que lograba hacer cosas con las palabras (sobre todo, provocar). Perlongher fue un verdadero agitador cultural cuyos textos suscitan controversia y mueven a la reflexión crítica de la sociedad. Es por esto que gran cantidad de performers han creado propias obras, basándose en adaptaciones de este artista argentino.

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Maris Bustamante

Esta performer mexicana utiliza el cuerpo como soporte artístico y ha explorado los límites entre lo erótico y lo pornográfico desde una mirada crítica, en torno a la explotación que sufre la imagen de la mujer. Egresada de la Escuela de Pintura y Grabado La Esmeralda, formó parte del innovador “No-Grupo”, que entre 1979 y 1985 desarrolló proyectos tan transgresores como el reconocido “Montaje de momentos plásticos”, una obra que buscaba provocar en torno a la sexualidad masculina.

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