Cómo medir la intensidad de una inundación

Escrito por Rachel Kolar ; última actualización: February 01, 2018
Jupiterimages/Goodshoot/Getty Images

A diferencia de los terremotos y los huracanes, las inundaciones no cuentan con un sistema de clasificación estándar que puedan usar los meteorólogos para medir la intensidad de este desastre natural. Sin embargo, hay tres factores que los científicos pueden utilizar para determinar la magnitud de una inundación: el nivel, que es la profundidad del agua; la descarga, que es el volumen de agua que llega a un área determinada en cierto período; y la zona que cubre la inundación. Aunque los meteorólogos aficionados no tienen acceso a los datos satelitales disponibles para las organizaciones gubernamentales, de todas formas pueden medir la intensidad de las inundaciones en su localidad.

Utiliza un medidor de corriente para medir la descarga de agua durante la inundación. Mide la descarga de agua en diferentes puntos para obtener una idea más completa sobre la rapidez con la que fluye el agua. El medidor de corriente cuenta con instrucciones de uso. Para medir la descarga de agua, los meteorólogos profesionales dejan caer un tinte en el agua desde un helicóptero o un avión, y toman fotografías para medir a qué velocidad el colorante se extiende.

Mide las aguas de inundación con un pluviómetro o hidrómetro, o dibuja una línea sobre la superficie debajo del agua y mídela después de que baje la inundación. Para realizar este paso, el Servicio Meteorológico Nacional mide la altura de un flotador en un cámara subterránea, que se eleva a medida que crece la inundación.

Consulta un sitio web de meteorología profesional, como National Weather Service o U.S. Geological Survey, para determinar la extensión de la inundación y cuáles áreas cubre. Para los meteorólogos aficionados no es sencillo completar esta medición, ya que requiere de contar con imágenes por satélite o fotografías aéreas.

Consejos

No puedes medir la intensidad de una inundación por la cantidad de daños que se producen como consecuencia, ya que la destrucción está más relacionada con la durabilidad de las construcciones y la densidad de población en el área que con la fuerza del agua.

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