Cómo fabricar terracota

Escrito por Joseph Nicholson ; última actualización: February 01, 2018

La terracota es uno de los materiales de construcción y de escultura más antiguos. El término significa sencillamente "tierra cocida" en latín. Utilizada en épocas antiguas para fabricar tuberías, pucheros, ladrillos, cornisas y adornos arquitectónicos, actualmente se usa sobre todo en la escultura y en la fabricación de baldosas, que llevan su inconfundible color anaranjado y su textura porosa.

Mezclar la arcilla. La terracota -a diferencia del barro, que se compone en su mayor parte de tierra- es simplemente una mezcla de arcillas de grano fino, hecha principalmente de sílice, alúmina y otros materiales alcalinos, como, por ejemplo, cal. Se pueden comprar mezclas en polvo preparadas, de tal forma que, al mezclarse con agua, producen una arcilla maleable. La arcilla reciclada que no se ha puesto en el horno se denomina "chamota" y se puede utilizar como nueva terracota.

Dar forma. La terracota húmeda o parcialmente seca se puede moldear a mano, en un torno para cerámica o utilizando un molde.

Aplicar vidriado (opcional). A diferencia de ciertos tipos de cerámica, a la terracota no se le aplica vidriado después de que se ha horneado. Por consiguiente, si el producto acabado se va a impermeabilizar, se puede pulverizar sobre la pieza un vidriado que contenga proporciones variables de agua y óxidos metálicos, para conseguir un acabado mate, satinado o brillante. También se pueden añadir polvos al brillo para modificar el color del producto acabado.

Secar y poner en el horno. Después de dejar que la terracota se mezcle para secarse y endurecerse un poco, se pone al fuego en un horno para cerámica a una temperatura de 1.080 grados Celsius, que es una temperatura superior a una cocción de bizcocho de porcelana. El horneado puede tardar tan poco como 3 horas o tanto como 20, dependiendo de la humedad de la arcilla y del grosor del diseño. Utilice unas tenazas para manejar o retirar la arcilla caliente del horno.

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