Cómo limpiar monedas de cuarto de dólar

Escrito por Debra L Turner ; última actualización: February 01, 2018

No solamente la limpieza de las monedas no es algo recomendable, sino que puede reducir sustancialmente el valor de una moneda de colección. La oxidación natural de tus monedas, así como la falta de lustre, puede hacerlas parecer sucias y feas para el ojo no entrenado. Pero, en realidad, el "tono" intacto es considerado como bastante atractivo por los coleccionistas y puede aumentar el valor de la moneda. Quitar la tonalidad no sólo puede devaluar la moneda, sino que puede dañar también su superficie. Ningún pulidor, producto químico o producto abrasivo debe ser utilizado jamás para limpiar tus cuartos de dólar o cualquier otra moneda.

A menos que estés ayudando a tu hijo a empezar una colección de monedas y tengas una fobia a los gérmenes y suciedad presentes en las monedas de circulación actual, no limpies las monedas. Sin embargo si realmente quieres limpiarlas, utiliza este método que reducirá al mínimo el riesgo de causar daños a las mismas.

Lávate las manos con jabón y agua tibia para quitarte cualquier suciedad y grasa de los dedos. Prepara la superficie de trabajo apoyando varias capas de toallas gruesas sobre una superficie plana. Esto proveerá una superficie suave en caso de que se te caiga una moneda, así como también una superficie donde secarlas.

Vierte un poco de agua tibia de la canilla en un pequeño contenedor o bol plástico. No uses metal, vidrio o porcelana porque sus acabados duros pueden rayar tus monedas. Agrega un chorro minúsculo de jabón para vajilla suave al agua.

Vierte agua destilada en el segundo contenedor plástico para el enjuague final. Si no tienes agua destilada, deberás usar agua corriente caliente.

Sumerge una sola moneda en el agua jabonosa tibia. Tendrás que limpiar las monedas una por una para evitar que entren en contacto entre ellas. Esto ayuda a prevenir golpes, abolladuras y arañazos. Frota suavemente la parte de atrás y de adelante de las monedas entre tus dedos para quitar cualquier suciedad o pegote. Trabaja de adentro hacia afuera, del centro de la moneda hacia sus bordes. Solamente empuja la suciedad hasta los bordes de las monedas. Evita arrastrar residuos por sobre toda la superficie de la moneda.

Enjuaga la moneda con agua tibia. Frótala suavemente hasta que sientas que no quedan residuos de jabón. No frotes el área si la sientes algo arenosa, porque frotar la arenilla en la superficie de la moneda va a rayarla. En cambio, mueve la moneda por debajo del agua para tratar de desprender la arenilla y tócala suavemente si es necesario para liberarla de la moneda.

Enjuaga la moneda en el agua destilada sosteniéndola suavemente por los bordes para eliminar los contaminantes y los residuos de cloro presentes en el agua corriente. A partir de ahora, ten cuidado de no tocar la moneda en cualquier lugar excepto por sus bordes con los dedos desnudos. Si no tienes agua destilada, entonces enjuaga la moneda bajo el agua caliente del grifo.

Pon la moneda sobre una toalla limpia para secarse si la enjuagaste con agua destilada. No te preocupes por las manchas, porque el agua destilada no contiene las impurezas ni los minerales que causan las manchas de agua. Si usaste agua caliente del grifo para su enjuague, acaricia suavemente la moneda con un paño limpio, suave y seco hasta secarla. Ten mucho cuidado de no frotar la moneda.

Repite los pasos 4,5,6 y 7 para cada una de las monedas restantes. Si encuentras suciedad particularmente tenaz en una moneda, ponla en remojo durante un tiempo en un recipiente de plástico separado e intenta lavarla de nuevo.

Consejos

Siempre manipula tus monedas por los bordes sólo si tus manos están desnudas. Si no tienes planeado gastar una moneda, entonces nunca toques ninguna otra parte de la misma. Lo mejor al manipularlas es tomarlas por sus bordes usando guantes blancos de algodón.

Advertencias

La humedad puede dañar las monedas a través del tiempo. Asegúrate de que tus monedas estén completamente secas antes de almacenarlas.

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