La fotosíntesis en las plantas acuáticas

Escrito por Tyler Lacoma ; última actualización: February 01, 2018
plantas acuaticas image by Norberto Lauria from Fotolia.com

Luz solar

La fotosíntesis es el proceso por el cual las plantas asombrosamente combinan la luz solar, el dióxido de carbono y el agua para crear la energía que necesitan para vivir. Aunque la mayoría de la gente cree que la fotosíntesis se lleva a cabo por las plantas verdes que viven en el suelo, también es realizada por una variedad de bacterias, algas y plantas subacuáticas. Las plantas acuáticas tienen un montón de agua para trabajar, por lo que su principal reto es conseguir suficiente luz solar y aire.

Las plantas acuáticas necesitan la luz solar para realizar la fotosíntesis, pero afortunadamente la luz del sol puede atravesar el agua con bastante facilidad. Por esta razón, muchas plantas acuáticas pueden tener tallos que alcanzan alturas de cientos de metros, pero la mayor parte de la planta flota cerca de la superficie, donde puede absorber la luz del sol. Las plantas acuáticas son generalmente de color verde como las plantas de la superficie, para absorber la mayor cantidad de luz solar que entra en la atmósfera.

Sin embargo, la luz solar que entra en el agua se ve afectada por más variables. No sólo las plantas acuáticas tienen que lidiar con los días nublados, sino que también deben hacerlo con el agua turbia. El cieno y el lodo se mueven en el agua creando una barrera entre las plantas y la luz solar. El color del agua, que se ve afectado por el plancton y los minerales, también puede tener un efecto sobre la cantidad de luz solar que puede llegar a las plantas.

Dióxido de carbono y oxígeno

Las plantas en el suelo pueden simplemente absorber el dióxido de carbono a través de sus raíces y poros, pero las plantas bajo el agua tienen un proceso mucho más difícil de pasar, ya que los niveles de dióxido de carbono suelen ser más bajos en el agua y el gas se mueve mucho más lentamente. Para compensar este inconveniente, muchas plantas acuáticas crecen sus hojas con una cutícula delgada que las protege de los elementos, y que también tiene poros suficientes para permitir que el carbono ingrese con mucha facilidad, mucho más que en la mayoría de las plantas. No suelen tener los estomas para absorber el aire, ya que no hay aire para absorber, aunque algunas variedades crecen sus hojas por encima de la superficie del agua para absorber dióxido de carbono.

Las plantas también necesitan una cierta cantidad de oxígeno, aunque no mucho. El oxígeno que producen y liberan en el agua es casi siempre suficiente para sus necesidades, y es absorbido de nuevo por la planta, ya que resulta necesario. El problema es que muchas otras criaturas acuáticas también necesitan una cierta cantidad de oxígeno para sobrevivir. Por la noche, cuando la fotosíntesis ya no es posible de realizar, las plantas siguen absorbiendo oxígeno, pero no lo emana, lo cual puede resultar un inconveniente para que otros organismos sobrevivan.

Agua

El agua no suele ser un problema para las plantas de agua dulce, pero las de agua salada se enfrentan a una curiosa paradoja. Cuanto más agua ingieren, también ingieren mayor cantidad de sal. La sal expulsa el agua hacia fuera de la planta más rápido de lo que la planta puede absorberla, por lo que una planta normal muere de deshidratación o intoxicación por exceso de sal tratando de absorber el agua del mar. Las plantas acuáticas que viven en condiciones para combatir este problema son muy gruesas, con hojas y tallos de cera que sellan la planta contra la penetración de la sal. También tienen funciones específicas de metabolismo que hace que se deshagan de la sal rápidamente mientras que preservan el agua para sus procesos.

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