Las tres partes de una obra

Escrito por Steve Johnson ; última actualización: February 01, 2018
Jupiterimages/Creatas/Getty Images

Estructurar una obra de acuerdo al principio, el nudo y el desenlace, le brinda al escritor una guía para una narración de la historia efectiva y a la audiencia un mapa de la obra. Generalmente utilizado en la literatura y en las artes escénicas, el modelo de los tres actos es una fórmula clásica para asegurar que una obra esté contextualizada, la trama actuada y la crisis resuelta.

El principio

Cada historia, ya sea leída o actuada, tiene un principio. En las obras que siguen una línea de la historia, el principio introduce a los actores o personajes y sitúa la historia en términos de tiempo y espacio. Un buen principio también transmite el estado de ánimo y la sensación de la atmósfera general de la historia de manera que sea vista y deducida en lugar de escuchada directamente o sea leída en el diálogo. El principio también brinda la exposición o revelación de información de fondo necesaria para seguir la historia mientras se desarrolla.

Sin necesidad de ser actuada, la exposición es usualmente narrada o incorporada en el dialogo de apertura. La historia comienza con el "punto de ataque", la acción particular que causa acciones subsecuentes o de la que surgirá la crisis. El principio usualmente es la parte más larga, especialmente en las óperas y en los musicales. Regularmente el principio de dichas obras incluyen coros de apertura, preludio, obertura y entradas de los personajes principales.

El nudo

El nudo, o desarrollo medio, presenta una o varias crisis y los personajes parten ya sea resolviéndolos o aumentándolos. Las tramas más complicadas lidian con varias crisis, conduciendo una a la siguiente. En este punto, los personajes de la trama y el esquema persiguen objetivos y buscan respuestas o superan obstáculos y lidian con la intriga. Constituyendo el cuerpo principal de la obra, un buen nudo crea una situación de gran suspenso y tensión. Los escritores deben integrar la superficie de los problemas con los problemas difíciles de detectar en la historia que sostiene la verdad en el fondo del asunto a través de la historia.

El desenlace

La parte final usualmente comienza con la confrontación final de los personajes adversarios o de las fuerzas hacia la resolución de la crisis central o el problema fundamental de la historia. En este punto, los objetivos se logran, las preguntas se contestan y los temas y suposiciones se confirman. Los finales no se tienen que resolver exactamente como la audiencia espera; un final realista es generalmente un final amargo. El tercer acto la línea de la historia también ata los cabos sueltos y brinda respuestas a las preguntas planteadas en el comienzo y en el desarrollo medio, dejando a la audiencia satisfecha.

Alternativas a la estructura de las tres partes

Si bien la estructura de tres partes de principio, nudo y desenlace es la manera más común de subdividir una obra, no existen reglas estrictas para estructurar una obra. Algunas óperas contemporáneas y musicales emplean una estructura simple de dos partes. Otras producciones, dependiendo de la complejidad de la trama y la longitud de la historia, tiene desde uno hasta siete actos.

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