Cómo reparar un sensor de oxígeno

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Un sensor de oxígeno, también conocido como sensor de O2, es utilizado por la computadora de tu vehículo para controlar y determinar la relación apropiada de combustible-aire que se está bombeando en tu motor. Un sensor de oxígeno defectuoso causará una inadecuada mezcla de combustible/aire, que a su vez conduce a un aumento de las emisiones nocivas de tu sistema de escape. Los sensores de O2 están diseñados para ser sustituidos cada 90.000 millas (144.837 Km) o menos, y debido a esto, se consideran que son partes "desechables". En resumen, puedes "arreglar" un sensor de oxígeno defectuoso o dañado sustituyéndolo. Afortunadamente, no es difícil o muy caro reemplazar un sensor de O2.

Ubica tus sensores de oxígeno defectuosos. Los vehículos más antiguos, anteriores a 1990, por lo general tendrán un solo sensor de oxígeno situado en frente del convertidor catalítico en el colector de escape. Los nuevos vehículos tendrán dos sensores de oxígeno, uno justo antes del convertidor catalítico y uno después. Los sistemas de escape doble de los vehículos tendrán dos conjuntos de sensores de oxígeno con la misma disposición. En la mayoría de los vehículos, el sensor de O2 se verá como un tipo de clavija dorada o de latón con un grupo de cables saliendo de la punta.

Desconecta los cables de tu sensor de oxígeno, desde donde se conectan al arnés eléctrico de tu vehículo. Ten cuidado al desconectarlos de no dañar o destruir el conector eléctrico en tu vehículo, ya que esto hará que tu nuevo sensor de O2 no funcione correctamente.

Usa tu llave o trinquete para quitar el sensor viejo. Puede que tengas que ejercer una fuerza adicional, ya que los sensores de oxígeno tienen una tendencia a pegarse o "congelarse" y no giran con facilidad hasta que se suelten. Desecha el sensor viejo cuando lo hayas logrado retirar.

Cubre las roscas de tu nuevo sensor de O2 con WD-40 o un aceite lubricante similar. Haz lo mismo para los hilos en el colector de escape. Esto es para asegurar una instalación sin problemas y para asegurarte de no dañar las roscas, cuando las atornilles en el nuevo sensor.

Atornilla el nuevo sensor de O2 en el colector de escape y conecta los cables en el enchufe eléctrico. Tu sensor de O2 se ha instalado correctamente.

Consejos

Si no puedes conseguir despegar el sensor viejo, rocía una cantidad abundante de aceite penetrante sobre el lugar donde se enrosca el sensor en el colector y deja que repose durante unos diez minutos. Esto permitirá que el aceite lubrique las roscas y te permitirá liberar el sensor.

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