Juegos de música y movimientos para niños en el pre-escolar

Las actividades de movimientos ayudan a los niños pequeños a construir habilidades motrices y de coordinación.

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Cualquiera que haya pasado tiempo en una habitación llena de niños en edad preescolar sabe que estos tienen energía de sobra. La combinación de la música con actividades de movimiento ayuda a niños en edad preescolar a trabajar con varias lecciones al mismo tiempo. Aprenderán acerca de la expresión musical y el ritmo, al mismo tiempo que hacen ejercicio y eliminan el exceso de energía. Dado que los niños en edad preescolar podrían tener problemas para controlar sus movimientos corporales, evita líos en el aula haciendo los ejercicios de movimiento afuera, si es posible.

Los movimientos de los sentimientos

Los niños pequeños pueden aprender a expresar sus sentimientos a través de la danza.

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Los niños preescolares podrían tener problemas para reconocer y catalogar sus propios sentimientos, así que ayúdalos a identificarlos y a expresarse sí mismos a través de la música. Usa una gran variedad de música y desafía a los niños a representar las sensaciones que tienen cuando la escuchan. Por ejemplo, reproduce música lenta y triste, y actúa haciendo caras tristes y moviéndote lentamente. Cambia la música a una canción optimista. Los niños deberían comenzar a hacer caras felices y a saltar libremente. Cambia la música frecuentemente, así los niños cambian rápidamente sus estilos de baile.

Salta al ritmo de la música

Ayuda a los niños a aprender cómo seguir el ritmo diciéndoles que se muevan al compás de la música. Pon música con ritmo fuerte, cómo música con tambores y rock and roll. Organiza a los niños en un círculo o pídeles que se alineen. Debería haber por lo menos 2 pies (60,96 cm.) de espacio entre los niños para que tengan espacio para moverse. Pídeles que salten de arriba a abajo siguiendo el ritmo de la música. Si tienen lugar, deja que los niños salten de un lado para el otro en la habitación siguiendo el ritmo. Tendrás que demostrar o dar palmas al ritmo de la música en un primer momento para que los niños puedan aprender a escucharlo.

Baila y ¡congélate!

Combina el disfrute del baile con un desafío auditivo al jugar juegos de "baila y congélate". Ponga canciones de niños y deja que los niños bailen durante unos minutos para calentar. Explícales que cada vez que apagues la música, todo el mundo debe congelarse en cualquier lugar y posición en la que esté, hasta que la música vuelve a sonar. Pon la música nuevamente, haciendo pausas de 10 segundos o menos cada minuto. Los niños harán mucho ejercicio por todo el movimiento, y también se divertirán mucho al congelarse en posiciones extrañas.

Encuentra la pareja: el juego de las sillas

Mientras los niños aprenden sobre la música y el movimiento, agrega otra lección sobre cómo combinar figuras. Utiliza este juego para reforzar la lección que estés enseñando. Haz un juego de cartas, y que cada carta tenga una letra, número o forma diferente. Organiza una línea de sillas en el centro de la habitación y pega cada carta en cada una las sillas. Coloca la pareja de las cartas en una bolsa y deja que cada niño elija una. Invita a los niños a bailar alrededor de las sillas mientras suena la música. Cuando se apague la música, los niños deben encontrar y sentarse en la silla que coincida con la carta que eligieron. En lugar de que los niños pierdan en cada ronda y no jueguen más, diles que tomen una nueva carta y que vuelvan a jugar el juego.

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