¿Por qué un chasis abollado es malo para un vehículo?

Car engine

Jupiterimages/Comstock/Getty Images

Al comienzo de la era del automóvil, el chasis de un vehículo no era más que un esqueleto que soportaba el resto de los componentes. Sin duda, los tiempos han cambiado. Los actuales chasis de automóviles están precisamente diseñados para estándares extremadamente altos, y dispersar el impacto es una faceta tan importante de su papel como la de crear una estructura rígida sobre la cual construir el resto del vehículo. Por esta razón, más que cualquier otro, un chasis dañado es muy malo para un automóvil.

Colisiones

El daño por colisión puede ser tanto directo como indirecto. El daño directo se produce en el punto de impacto, por ejemplo, si eres impactado lateralmente, el daño directo estará en el lateral del automóvil, y es fácil de encontrar. El daño indirecto es mucho más insidioso. Un efecto en cadena puede pasar a través del chasis y debilitar o deformar ubicaciones que están alejadas del punto de impacto. Más comúnmente, esto se presenta en una puerta que se pega después de un golpe en una de las esquinas del vehículo. Las colisiones traseras suelen ser las más dañinas, y eventos relativamente menores pueden tener consecuencias sorprendentes.

El mercado

Debido a que el daño en el chasis puede ser resultado de impactos relativamente menores, es posible que los vendedores de automóviles privados y comerciales hagan llegar vehículos con chasis comprometidos sin saberlo. Con mayor frecuencia, sin embargo, los automóviles con chasis dañados entran en el mercado a través de concesionarios de automóviles sin escrúpulos que compran vehículos dañados por accidente a bajo precio, disimulan los defectos en vez de arreglarlos, y luego pretenden que están en buen estado.

Efectos del daño

Los fabricantes de automóviles tienen que pasar rigurosas pruebas de automóviles antes de que se les permita introducir sus productos en el mercado, pero estas pruebas se llevan a cabo en ejemplos perfectos. Incluso pequeñas desviaciones de la alineación ideal y de la forma del chasis puede poner a los pasajeros en un riesgo incrementado sustancialmente. Las zonas de contracción podrían no reaccionar como es debido. Las bolsas de aire podrían inflarse en direcciones al azar, o no desplegarse en absoluto. Las ruedas podrían quedar proyectadas ligeramente más allá de un lado del vehículo que del otro, produciendo un comportamiento de la dirección y del freno peligrosamente insatisfactoria. El vehículo podría tirar hacia la izquierda o hacia la derecha cuando conduces a velocidades normales de carretera, incluso en un camino sin curvaturas. Las puertas, el capó y el maletero podrían no cerrarse ni asegurarse firmemente.

Comprobación del chasis

El daño indirecto es especialmente difícil de aislar a simple vista. Existen empresas especializadas para determinar la condición del chasis, y algunas tiendas de carrocerías tienen plantillas computarizadas de medición por láser que hacen lo mismo. Por lo general, los técnicos de este tipo de empresas son capaces de dar consejos sobre la reparación o restitución. Dicho esto, incluso un chasis previamente deformado y bien reparado es poco probable que sea tan fuerte o que quede tan perfectamente alineado como uno que nunca ha sido dañado. Si un marco abollado es descubierto en una inspección previa a la compra, el comprador potencial haría bien en buscar en otra parte.

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