Actividades con proverbios para jóvenes

Ayuda a los jóvenes a encontrar la sabiduría en los proverbios.

Jupiterimages/Brand X Pictures/Getty Images

Los proverbios nos ayudan a transmitir la sabiduría de una generación a otra. Puedes encontrarlos en la Biblia, en la literatura secular e incluso en la cultura popular. Si estás a cargo de un grupo de jóvenes, hazlos participar en actividades que les permitan aprender los proverbios de la Biblia, diferenciar a la gente sabia de la ignorante y determinar cómo usar los proverbios en sus propias vidas.

Llena el espacio

Para una actividad sencilla de lápiz y papel para lograr que los adolescentes participen en una revisión de los proverbios o para presentarles una lección, dales una hoja de proverbios con palabras clave perdidas. Haz que traten de completar la hoja de forma individual o en parejas. Ofrécele un pequeño premio a la persona o equipo que haya completado la mayoría, por ejemplo, una barra de dulce o un marcador de libros.

Adivina el proverbio

Envía a una persona fuera de la habitación y luego haz que los miembros restantes del grupo elijan un proverbio. Puede ser uno que haya estudiado el grupo o uno que consideren muy conocido. Haz que la persona regrese a la habitación y que intente averiguar cuál es el proverbio haciéndole una pregunta sobre ello a cada uno de los que quedaron dentro. Esto es algo parecido al juego "20 preguntas".

Sabio frente a tonto

Léeles a los adolescentes el pasaje de "Hamlet" en el que Polonio da consejos a su hijo Laertes antes de dirigirse a Inglaterra. Aclara que Polonio era una figura de payaso en "Hamlet" que desempeñaba el papel de un consejero tonto. Asigna los proverbios de su discurso a cada adolescente y haz que clasifiquen los consejos entre buenos y malos (y por qué). Pídeles que traduzcan el proverbio a algo que hayan escuchado decir a un adulto. Haz que compartan sus pensamientos sobre si el consejo les pareció sabio o si les molestó.

Encuentra la fuente

Antes de la clase o la reunión de adolescentes, prepara notas con un proverbio distinto en cada hoja. Luego, en partes separadas de la habitación, coloca un cartel que tenga una fuente. Las fuentes podrían ser el país de origen, Shakespeare, la Biblia, Esopo o Ben Franklin. Dale a cada estudiante una nota con un proverbio a medida que ingresen a la habitación. Pídeles que traten de averiguar la fuente del proverbio y que se paren junto al cartel. Cuando todos hayan llegado, haz que cada uno lea su proverbio. Dales a todos una segunda oportunidad si se equivocaron la primera vez. Esta puede ser una forma de dividir a los jóvenes en grupos para otra actividad.

eHow en espanol
×